Independientemente de la leche de fórmula para bebés que hayas comprado, siempre debes guardar los envases abiertos y sin abrir en un lugar limpio, fresco y seco, como una despensa, un cajón o un armario (lejos de la estufa, el horno, los conductos de calefacción y las tuberías de agua caliente.) Procura también mantenerlos alejados de la luz solar directa. Una vez abierto, utilice el preparado en un plazo de 4 semanas y asegúrese (cuando no lo utilice) de que la tapa está bien cerrada para evitar que entren objetos extraños o contaminantes en el envase. No guardes los envases de preparados en polvo en el frigorífico, ya que la humedad puede hacer que se formen grumos. Además, tenga en cuenta que la leche de fórmula en polvo no se puede congelar.

Si prefiere transferir el polvo a un recipiente diferente, entonces le recomendamos transferirlo a un recipiente hermético (creemos que los recipientes de vidrio para almacenar alimentos funcionan mejor) y escribir la fecha en que abrió la fórmula en la tapa.